Herramientas y metodologías
Hace algunas décadas la selección de personal en muchas compañías se orientaba únicamente a las habilidades técnicas de las personas. Si bien esto es fundamental para que un negocio cuente con equipos de trabajo capacitados, no es el único aspecto que se debe tomar en cuenta.
El valor del capital humano va más allá de la capacidad de manejar determinadas herramientas específicas a sus tareas. Es necesario también contar con habilidades personales que propicien la comunicación efectiva y un buen liderazgo.
Representa todo un reto dar con el capital humano adecuado que cubra el amplio espectro de habilidades que se busca hoy en día. No obstante, más allá de ser una tarea desafiante, es absolutamente necesario para crear equipos eficientes y que alcancen los objetivos del negocio.
Mucho se habla actualmente de habilidades blandas y duras. Pero, ¿sabemos qué son exactamente? Si queremos seleccionar al talento adecuado para nuestro negocio, es fundamental entender de qué se tratan estas dos habilidades.
Las habilidades duras son aquellas que se obtienen a través de la enseñanza ya sea académica o laboral. Normalmente suele ser el conocimiento técnico que aprendemos en una capacitación específica, en un aula e incluso en el trabajo.
Algunas de estas habilidades son el manejo de idiomas, certificaciones, el manejo de ciertas herramientas informáticas, entre otras. Normalmente, estas habilidades son las que solemos destacar en nuestra carta de presentación o currículum vitae.
Las habilidades duras o Hard Skills son de vital importancia para los técnicos de selección ya que permiten entender si un candidato es capaz de realizar un trabajo específico. Este será el primer filtro que tendrán las empresas al momento de seleccionar al capital humano.
Por otra parte, tenemos las habilidades blandas también llamadas Soft Skills. Se las considera habilidades subjetivas de carácter interpersonal. Están profundamente vinculadas a la manera en que nos relacionamos con otras personas.
Algunas de las habilidades blandas más conocidas son la comunicación efectiva, la óptima gestión del tiempo, el liderazgo y la flexibilidad, entre otras. Lógicamente, para los técnicos de selección es más dificultoso poder cuantificar estas habilidades y saber si el candidato realmente las posee.
Desarrollar estas habilidades, al igual que sucede con las duras, conlleva tiempo. En el caso de los líderes esto es aún un poco más complicado ya que el aprendizaje muchas veces comprende equivocaciones también. En consecuencia, estas equivocaciones podrían tener un alto impacto en el negocio.
Entre las habilidades más buscadas actualmente, hemos destacado cinco que se presentan como imprescindibles para contar con equipos de trabajo eficientes. Las habilidades blandas tienen cada vez más protagonismo en el desarrollo del capital humano y para poder potenciarlas primero debes conocerlas.
Esta habilidad nos demuestra cuán capaces somos de enfrentar nuevos desafíos y tareas, y la apertura que tenemos frente a nuevas perspectivas. Es una de las más importantes, ya que ayuda a los equipos a enfrentar situaciones desafiantes o contextos inciertos sin perder el foco y obteniendo algún beneficio de esa situación.
En el contexto actual, la resiliencia se ha vuelto una habilidad blanda clave para sostener equipos eficientes. Entendemos a la resiliencia como la capacidad de sobreponernos a situaciones adversas sin dejarnos vencer por ellas. Esto es de mucha utilidad en el ámbito laboral ya que los empleados mantendrán su performance aún en situaciones desfavorables.
La comunicación es un factor clave en todos los aspectos de nuestras vidas, desde el personal hasta el profesional. Debemos ser capaces de comunicarnos de manera eficaz con nuestro equipo y a la vez con los clientes para una correcta ejecución de los procesos.
Junto con esta habilidad se encuentra la escucha activa que es fundamental para poder comunicarse efectivamente, y que muchas veces no se tiene en cuenta.
Esta habilidad también comprende la comunicación verbal y la no verbal. Sabemos que no podemos comunicar y transmitir un mensaje de la misma forma si estamos cara a cara, que si nos comunicamos a través de un correo electrónico. Ambos tipos de comunicación son igualmente importantes y hay que entender las diferencias para lograr un buen intercambio.
Para demostrar la capacidad de liderar no hace falta ser el que está a cargo de equipos. Hay personas que tienen la capacidad de inspirar al resto sin necesariamente ocupar un puesto de liderazgo en una compañía.
Suelen ser personas rápidas a la hora de tomar decisiones, saben comunicarse de manera asertiva, y generalmente poseen una actitud positiva. Esto último es particularmente importante para motivar a los equipos de trabajo.
Sin dudas una habilidad esencial que trasciende el ámbito profesional y es de suma utilidad para la vida personal. La inteligencia fue definida por Daniel Goleman como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.”
Para liderar un equipo de trabajo eficiente, la inteligencia emocional es una habilidad clave y es de las más requeridas actualmente por las empresas. Un líder exitoso debe poder comprender y también manejar las emociones propias y las ajenas. Esta habilidad está conectada a las demás ya que para poder desarrollar la inteligencia emocional, es necesario entender cómo comunicarse efectivamente.
Como hemos observado, las habilidades blandas se encuentran íntimamente relacionadas entre sí. Los reclutadores deben encontrar el punto de equilibrio en los candidatos que poseen tanto habilidades blandas como duras. Pero el trabajo no es sólo de los técnicos de selección. Si ya contamos con el capital humano, podemos ayudarlo a potenciar estas habilidades.
Con la ayuda de una asesoría externa, se puede ayudar a construir equipos que posean estas habilidades esenciales. Una de las ventajas de un asesor o coach de negocios, es la experiencia en desarrollo de personas orientada a los objetivos.
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