Herramientas y metodologías
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Actualmente, empresas de todos los tamaños están optando por la modalidad de trabajo remoto. En gran parte esto se debe al estado de pandemia provocado por el COVID-19, pero también gracias a la digitalización de muchos procesos y herramientas de trabajo.
Tiempo antes de que un virus pusiera en jaque a la humanidad y cambiara la metodología de trabajo, ya existía una tendencia hacia nuevas formas de trabajar. No obstante, esta propuesta de alternar el trabajo desde casa con el trabajo presencial era promovido en líneas generales solo por grandes empresas como Google.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia y las medidas de confinamiento, las empresas debieron adaptarse forzosamente al trabajo remoto. Algunas compañías tenían sus procesos más aceitados, mientras otras jamás habían pensado en esta modalidad.
En este contexto, la forma de liderar los equipos de trabajo se ha visto afectada y es necesario entender qué desafíos enfrentan los líderes. Teniendo claro qué inconvenientes pueden surgir, se pueden determinar pasos a seguir para la gestión de los equipos.
De este modo se podrá evitar que el trabajo remoto impacte negativamente, y por el contrario tenga excelentes resultados para el negocio.
Dijimos que existía una tendencia creciente hacia el trabajo remoto antes de que existiera esta “nueva normalidad” provocada por la pandemia. Grandes empresas habían comenzado a implementar esquemas mixtos de trabajo a medida que nuevas herramientas digitales aparecían.
Entonces, podemos decir que uno de los factores que influyó en la expansión de esta modalidad de trabajo fueron los avances tecnológicos. Sin embargo, lo que terminó por acelerar este proceso y convirtió una tendencia en realidad, fue la pandemia producto del COVID-19.
De pronto, los líderes se encontraron obligados a dirigir sus equipos casi de un momento para otro, de manera remota. De hecho, muchas compañías no promovían esta modalidad de trabajo, ya que pensaban que afectaba la productividad y perdían el control sobre los procesos.
Esto puede ser parcialmente cierto, y más aún en organizaciones que no utilizaban este esquema laboral. Sin embargo, varios estudios a nivel mundial han demostrado que la flexibilidad que permite el trabajo remoto, ha impactado positivamente en la productividad.
No obstante, para poder tener buenos resultados es necesario conocer los desafíos y luego poder diseñar un plan de gestión de personas exitoso. A continuación veremos cuáles son los retos que los líderes pueden encontrar a la hora de organizar equipos de trabajo remoto.
La modalidad de trabajo remoto puede tener grandes beneficios para el negocio y las personas. Sin embargo, esta dinámica engloba algunos retos que no podemos pasar por alto, pero que pueden ayudar a los líderes a modelar su plan de gestión.
Falta de comunicación
Es innegable que este problema es transversal a cualquier modalidad de trabajo. Desafortunadamente, los problemas de comunicación son una realidad tanto en el esquema presencial como remoto. El problema que subyace aquí, es que cuando ocurren fallas en la comunicación en las dinámicas remotas, los líderes tienden a afianzar aún más la creencia errónea de que es una metodología poco eficiente.
Falta de compromiso
La falta de compromiso va de la mano con la falta de confianza y lamentablemente esto también ocurre en las dinámicas de trabajo presenciales. Los líderes muchas veces sienten que sus equipos no están comprometidos con el proyecto sin detenerse a analizar cuál puede ser el motivo. Lo que suele originar esta falta de compromiso suele ser la ausencia de motivación.
Herramientas tecnológicas inadecuadas
Con la aparición de nuevas herramientas tecnológicas muchas veces se vuelve desafiante saber elegir cuáles son las adecuadas para gestionar determinados equipos. Si la tecnología empleada para trabajar no es la adecuada, o los equipos de trabajo no las conocen suficientemente, puede haber consecuencias negativas.
Falta de liderazgo
Desafortunadamente, un factor que se repite mucho en la gestión de equipos remotos es la falta de liderazgo. Algunos líderes son muy buenos gestionando sus equipos en persona, pero no han trabajado lo suficiente en sus habilidades para trabajar en una dinámica diferente.
Comunicación constante y transparente
La comunicación es clave para una gestión eficiente de los equipos de trabajo remotos. Es necesario establecer un estándar de comunicación con las personas y velar por su cumplimiento. Además, la dinámica remota exige sobrecomunicar y ser claro a la hora de establecer los objetivos. Por otro lado, se debe promover también la comunicación constante entre compañeros del equipo.
Generar confianza
Transmite de manera clara la visión y misión de la organización para lograr que las personas se comprometan con los objetivos del negocio. En línea con esto, debes también promover un ambiente colaborativo y abierto a las ideas de los miembros del equipo mediante reuniones virtuales periódicamente.
Ser empático
El esquema remoto puede exponer que ciertos colaboradores encuentren dificultades para adaptarse al manejo de nuevas tecnologías. Por ende la empatía de parte de los líderes es fundamental para acompañar a las personas en este proceso de cambio y evitar la desmotivación y falta de productividad.
Enfócate en los resultados
No caigas en el error de querer controlar el minuto a minuto de las actividades de los colaboradores. Fija objetivos y plazos de entrega y demuéstrale a tu equipo que confías en ellos. Puedes hacer seguimiento de las tareas cada cierto período de tiempo y medir el avance de las mismas. De esta manera fomentas la constancia en los miembros del equipo sin ser un líder controlador.
¿Te has sentido identificado con alguno de los desafíos expuestos aquí? ¿Sientes que la modalidad de trabajo remoto ha impactado negativamente en la productividad? Pues es absolutamente normal. Los cambios traen aparejados desafíos que pueden ser aprovechados como oportunidades.
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